Operario en un almacén

¿Alguna vez habías escuchado hablar del término “merma”? Tanto si estás familiarizado con este término o no, te invitamos a seguir leyendo para descubrir cómo puedes gestionar eficazmente la merma en tu almacén y dejar de perder dinero.

La merma, también conocida como desperdicio, se refiere a la pérdida de materias primas, productos o componentes que se produce durante distintas etapas del proceso de producción, almacenamiento, transporte y distribución. Esta pérdida puede ser causada por diversos factores, como problemas de calidad, mala gestión, problemas de inventario o falta de demanda, entre otros. En algunos sectores, la merma también puede ser estacional, ya que en ciertas épocas del año, como en temporadas de alta demanda o con la incorporación de personal temporal, el riesgo de merma aumenta considerablemente.

Esto puede tener un impacto significativo en los costos de producción y almacenamiento, lo que a su vez afecta negativamente la eficiencia de la cadena de suministro. Además, la merma puede disminuir la calidad de los productos y afectar la reputación de la empresa. Es por eso que es esencial una gestión adecuada para prevenir su impacto en la rentabilidad de la empresa y su capacidad para satisfacer las necesidades de los clientes.

➲ Tipos de merma

 – Merma de calidad: Ocurre cuando los productos no cumplen con los estándares de calidad y deben ser desechados o descartados.

 – Merma física: Se refiere a la disminución de materiales o productos finales debido a factores como una manipulación inadecuada, el deterioro por el paso del tiempo o las condiciones ambientales, el robo o la obsolescencia de los productos.

 – Merma comercial: Se produce cuando los productos no se venden y se convierten en obsoletos o caducados.

– Merma de proceso: Sucede durante la fabricación, generándose residuos o subproductos que no son útiles o no cumplen con los estándares de calidad requeridos.

¿Cómo se puede gestionar la merma que se da en un almacén?

A la hora de abordar el problema de la merma en la cadena de suministro, existen diversas estrategias que pueden resultar efectivas. No obstante, la elección de la estrategia más adecuada dependerá de factores como el tipo de empresa, la causa de la merma y las prioridades de negocio. Algunas de las estrategias que dan mejores resultados para hacer frente a este problema dentro de la cadena de suministro son:

 – Optimizar los procesos de producción. Identificar y eliminar los procesos ineficientes puede contribuir a reducir la cantidad de merma de proceso a la que se enfrenta la empresa.

 – Disminuir el tiempo de almacenamiento. La merma puede aumentar con el tiempo de almacenamiento, por lo que es crucial reducir este tiempo tanto como sea posible. 

 – Mejorar la gestión del inventario. Al considerar la vida útil de los productos y emplear técnicas de rotación de inventario, se puede asegurar que los productos más antiguos se vendan antes de que caduquen. Esto reduce el riesgo de merma física y comercial.

 – Controlar la calidad. La merma de calidad se puede reducir si se implementan medidas que disminuyan la cantidad de productos defectuosos o que no cumplen con los estándares de la industria.

 

Una opción adicional cuando te enfrentas a una situación en la que la merma es inevitable es buscar nuevos mercados para los productos, como la venta a precios reducidos o la donación a organizaciones benéficas.

En términos generales, es beneficioso adoptar un enfoque integral para la gestión de la merma en la cadena de suministro. Es fundamental involucrar a todas las partes interesadas y trabajar en la reducción de la cantidad de merma generada en todas las etapas para lograr una solución efectiva.

 

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